El mantenimiento de un auto se debe tomar muy en serio si se quiere conservar su buen estado, prolongar la eficiencia de sus componentes o alcanzar un alto valor de reventa.
Entre los descuidos más comunes destacan los relacionados a la revisión técnica, al uso del combustible inadecuado y el estado de los componentes.
Usualmente, los fabricantes diseñan planes de mantenimiento específicos para cada modelo. Cuando no indican los plazos para las revisiones, especifican las inspecciones necesarias a partir de las cuales se determina la necesidad del mantenimiento.
En entrevista para diario Gestión, Julio Huamán, docente de la carrera de Mecánica Automotriz de Cibertec, aconsejó llevar el vehículo a una revisión técnica cada 5000 kilómetros, en promedio. “Algunas marcas recomiendan hacerlo cada 10 000 kilómetros, pero los costos se vuelven más elevados”, explicó.
El fabricante también suele realizar indicaciones respecto a los procedimientos, como el orden de montaje y desmontaje de piezas, que es mejor no desatender. Como plus, Huamán subrayó la importancia de “realizar periódicamente el mantenimiento para un alto valor de reventa, si uno decide cambiar el vehículo”.
Fluidos y componentes
Hay dos puntos principales a tener en cuenta sobre los fluidos del vehículo y la lubricación de componentes: la calidad y el tiempo de reemplazo, indicó Javier Piérola, director de la escuela de Ingeniería Mecánica de la Universidad Tecnológica del Perú.
Uno de los fluidos más importantes es el de los frenos. Si no se revisa periódicamente, pierde sus aditivos, se deteriora y la eficiencia del frenado ya no es la correcta. “Tiene que ser un líquido transparente o claro. En promedio, se debe cambiar cada 30 000 o 40 000 km”, señaló.
Otro de los fluidos cuyo descuido causa gastos considerables es el refrigerante del motor. Se debe tener cuidado al echar agua al radiador, pues lo único que se conseguirá es deteriorar el motor. Para Huamán, se debe cambiar entre los 20 000 y 40 000 km de recorrido.
El fluido de la caja de cambios es el tercer punto que no se debe descuidar. De lo contrario, los cambios se vuelven bruscos y hay desgastes prematuros de los componentes. Se recomienda cambiarlo entre los 20 000 y 40 000 km.
Como último consejo en este punto, Piérola instó a usar los componentes originales, ya que en Perú existe una gran cantidad de productos alterados que pueden llegar a perjudicar los sistemas del vehículo.
Combustible equivocado
Aunque es una práctica menos común, utilizar un combustible erróneo ocurre por descuido del mismo usuario, sostuvo Huamán. Y añadió que muchas veces se le agregan aditivos, lo cual ocasiona problemas a largo plazo.
La principal consecuencia será que el vehículo comenzará a fallar y se reducirá la vida útil del motor. Además, se formarán capas, como si se tratara de barniz, en la fase de admisión y la cámara de combustión, comentó Piérola.
“Si se llena de petróleo un motor de gasolina, o viceversa, se deberán cambiar los filtros, limpiar los inyectores y lavar el tanque”, advirtió. Por si fuera poco, estos descuidos terminarán produciendo altos índices de emisiones contaminantes.
Fuente: diario Gestión
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— NeoAuto (@NeoAutocom) 27 de junio de 2017
