El alineamiento adecuado

El alineamiento correcto de un vehículo permite garantizar una mayor vida útil de los neumáticos y de gran parte de los elementos de la suspensión y de la dirección. Vale recordar que cada rueda tiene una posición respecto a la carrocería y al tren o eje de rodaje.

Por ello, si se traza una línea vertical por el centro de la rueda es posible verificar que con respecto a la carrocería esta no luce perfectamente centrada. En realidad forma ángulos de inclinación que se acentúan conforme la rueda gira o si el vehículo recibe mayor peso o carga. Estos ángulos con respecto a la vertical son de tres tipos y generan las medidas de alineamiento de la dirección.

Cámber o caída

El primer ángulo se denomina cámber o caída y esta formado por la rueda respecto a un plano vertical longitudinal al vehículo. Este determina si la caída de la rueda es hacia el interior (cámber positivo) o hacia el exterior del auto (cámber negativo). En la actualidad, el cámber de un automóvil urbano tiende a un valor negativo (hasta segundo grado) porque favorece la estabilidad del automóvil y mejora la respuesta de la dirección en las frenadas.

Un segundo valor es la convergencia. Esta mide el paralelismo o no de la rueda respecto a otro plano vertical longitudinal al automóvil. Una rueda con el extremo delantero mirando hacia el interior del vehículo y su extremo posterior apuntando hacia el exterior establece una convergencia o paralelismo positivo.

Angulos y valores

En cambio, si la parte delantera de la rueda apunta hacia afuera y la posterior hacia adentro esto da lugar a una divergencia negativa. La convergencia se puede medir en grados (como ángulo), aunque por lo común se mide en milímetros (mm) de apertura con respecto al centro de la rueda.

Por último se tiene el cáster o avance de ruedas que representa el ángulo formado por el ataque de la dirección con respecto a un plano vertical transversal al automóvil y que atraviesa el tren delantero. El ataque de la dirección es hacia adelante y esto representa un cámber positivo. Por cuestiones de estabilidad, el cáster debe ser positivo (entre 2,5° y 5°, según el modelo y la versión del auto).

De todo lo anterior, el alineamiento consiste en colocar los ángulos (cámber, cáster y convergencia) de las ruedas dentro de los valores establecidos por el fabricante –estos varían según la marca, el modelo, la versión, el tipo de carrocería y la motorización.