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Citroën 2CV: ¿plátanos como aceite de motor?

publicado por Juan Ingol septiembre 4, 2015 0 comentarios

Plátanos como lubricante-NeoAuto.com

El mundo automovilístico guarda anécdotas y curiosidades como la que leerás a continuación sobre cómo un aventurero francés se salvó de morir en medio del desierto al utilizar plátanos como aceite en su Citroën 2CV .

La historia sucedió en 1959, Jacques Seguela y J.C. Baudot cruzaban el desierto de Atacama en Chile, cuando su auto se quedó sin aceite. No tenían repuestos. ¿Qué pasó?

El cárter se su vehículo se había roto cuando chocaron con una roca. El auto se detuvo con un ruido mecánico.

Cuando más tensa se ponía la situación, apareció un indio caminando por la carretera. La pareja de aventureros le transmitió por señas su problema.

El indio pelo varios plátanos que cargaba en su bolsa y las introdujo en el cárter del  2CV. La solución parecía absurda, pero el auto arrancó y pudo recorrer 300 km con plátanos como lubricante para su motor bóxer de dos cilindros.

La historia pertenece a un catálogo publicado en Holanda en 1967, cuyo título traducido sería algo así como “Historias Destacadas del Citroën 2CV” , que recoge las hazañas del pequeño utilitario de origen francés.

Citroen-2cv-NeoAuto.com

¿Mito o una genial idea?

Como historia para pasar el momento, queda genial. Pero, ¿realmente puede tener esa utilidad el plátano?

Aunque los plátanos pueden ser aceitosos, es poco lógico que sirva como lubricante de motor, incluso en una situación desesperada.

Sin embargo, no es la primera vez que se escucha una historia así. La misma historia, con un vehículo militar, ya había sido escuchada en la Segunda Guerra Mundial. La historia corría de boca en boca como la pólvora y fue recogida en Popular Mechanics.

Aunque los plátanos puedan tener una textura aceitosa, no es recomendable emplearlos como sustituto del lubricante del motor. Ni siquiera en autos viejos o maquinaria pesada, a no ser que quieras desmentir el mito quedándote sin motor por el camino.

Preferimos quedarnos con la idea de que es una historia curiosa contada por los propios aventureros franceses, que sí completaron una vuelta al mundo en un 2CV en 1959.

 

Fuente: Diariomotor.com

 

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