Volvo anunció que se encargará de entregar 55 buses e implementar 4 estaciones de carga para la ciudad de Charleroi, mientras que para Namur hará lo mismo con 35 unidades y 8 puntos de carga.
La entrega e instalación comenzarán en los próximos meses. De esta manera, la interfaz OppCharge de Volvo va ganando terreno, ya que, además de facilitar la transición urbana al servicio de buses electrificados, cada vez más proveedores de buses e infraestructura de carga optan por ella.
“Esta es una inversión estratégica que ayudará a mejorar la calidad de vida en los centros urbanos y contribuirá a la región a alcanzar sus objetivos ambientales”, afirmó Vicente Peremans, tec CEO de Volvo.
La estación de carga rápida del híbrido de Volvo está basado sobre una interfaz común, Opp Charge, lo que significa que puede ser utilizadas también por buses eléctricos de otros fabricantes, es por ello está a punto de ser introducido como una interfaz común en más de 12 países del mundo.
El Volvo 7900 híbrido eléctrico es silencioso y funciona alrededor del 70% del tiempo en modo eléctrico, reduciendo el nivel de las emisiones de gases contaminantes. Para cargar las baterías solo hacen falta de 3 a 4 minutos. Además, el consumo de energía es 60% más bajo que un bus a diésel que se encuentre en el mercado.
Con esta adquisición, Charleroi y Namur se suman a las ciudades del mundo que ya cuentan con este sistema de transporte, entre las que destacan Gotemburgo, Estocolmo, Hamburgo Luxemburgo y Curitiba.
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— NeoAuto (@NeoAutocom) 27 de febrero de 2017
