Para la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos buscó un transporte especial para sus tropas. Luego de un concurso público con Ford, Bantam y Willys-Overland, los estadounidenses encargaron a este último la construcción de un vehículo potente, liviano, confiable, maniobrable y versátil.
Así, el 23 de julio de 1941, nació el Willys MB, un modelo todo propósito o “general purpose” (GP, como lo llamaban en inglés y cuya pronunciación se presume dio nombre a Jeep), del cual se fabricaron alrededor de 600 mil unidades.
Finalizado el conflicto en 1945, Willys-Overland decidió adaptar su modelo con especificaciones de uso civil. Bajo estos cambios nacieron los “Utility Vehicle” como el CJ, Truck y el Jeepster.
Sin embargo, en 1963 estos vehículos adoptaron una nueva denominación como Sport Utility Vehicle (SUV) gracias a nuevos elementos de confort y mayor distancia entre ejes que los convirtieron en unidades mucho más cómodas para viajar largas distancias en familia.
De esta forma, hoy por hoy nos encontramos con un abanico de opciones SUV con tracción a uno o dos ejes (4×2 o 4×4), motores pequeños y grandes con variado consumo de combustible y diversas dimensiones, entre las que, actualmente, predominan las citadinas (como lo son principalmente los crossovers). Todo esto sin perder espacio, confort, tecnología y, en algunos casos, capacidades offroad.
Así, el éxito actual del segmento está basado en la creación de vehículos versátiles, amplios, hechos para la ciudad, económicos, familiares, cómodos, accesibles, con gran capacidad de carga y seguros. Una tendencia que continúa al alza en el Perú y en todo el mundo.
