Fluido del motor

Para finalizar el tema de un correcto alineamiento debe recordarse que este se realiza cada 20 mil kilómetros. Sin embargo, también se dan circunstancias que exigen un nuevo procedimiento o la comprobación de rangos (independientemente del recorrido). Así, por ejemplo, será momento de alinear cuando se reemplacen los neumáticos o cuando presenten un desgaste irregular (una banda de rodadura más desgastada en la parte externa que la interna, por ejemplo). De igual forma, tras efectuar un mantenimiento, intervenir o reparar el sistema de dirección o el de suspensión. Además, siempre que el vehículo no conserve su línea (cuando se desvíe hacia un lado sin intervención del conductor). También cuando en línea recta el timón no esté en posición correcta (el vehículo va recto, pero el volante está girado a un lado). Finalmente, tras un choque o luego de sufrir un golpe fuerte (por ejemplo, tras pasar un bache profundo y grande).

El aceite

Otro aspecto vinculado al mantenimiento del vehículo y simple de controlar es el del aceite (fluido del motor). En este caso, junto con el recambio del lubricante (de acuerdo al recorrido que indica el fabricante) es importante verificar su presión y temperatura. Una fuga en el circuito de lubricación o una cantidad de aceite mucho menor al mínimo recomendado generan desgaste y altas temperaturas que deterioran el motor, ya que las piezas en rozamiento toman contacto directo entre sí (friccionan en seco).

Para evitar dicha situación se ha establecido diversos indicadores que deben revisarse con frecuencia. Uno de ellos es el dispositivo que mide la presión del aceite de manera continua: con forma de reloj, está incluido dentro de la instrumentación de serie de algunos modelos, deportivos o altos de gama. Debe tenerse en cuenta que para su lectura la presión debe ser siempre máxima al momento de arrancar el motor.

Baja presión

Conforme el motor va alcanzando su temperatura de funcionamiento, la presión va decreciendo debido al descenso de la viscosidad del lubricante (generado por el aumento de la temperatura). Una baja en la presión de aceite puede deberse a un mal funcionamiento de la bomba de aceite, que es la pieza que se encarga de aspirar y dirigir el lubricante mediante el circuito de lubricación hacia las piezas del motor. También puede deberse a que el aceite ha perdido viscosidad o que el nivel de lubricante sea menor al mínimo recomendado por el fabricante. Lo último precisamente puede descartarse revisando la varilla de aceite.