Cuando tu vehículo huele a combustible, el problema puede ocasionarse por diversos factores, algunos podrían generar riesgos en la salud de los pasajeros
Como conductores, uno de los olores que no debemos dejar de lado a bordo es cuando detectamos que está comenzando a oler a combustible. Para buscarle una solución y evitar que la avería ponga en riesgo la conducción, es importante determinar de dónde proviene dicho aroma.
Aunque gran parte de conductores piensan que no es problema serio, sentir que el vehículo huele a combustible puede significar una avería, lo cual, si está cerca al motor, puede ocasionar un incendio.
También te puede interesar: Si tu auto comienza a recalentar, sigue estos pasos
¿Qué hacer si mi auto huele a combustible?
Como se mencionó anteriormente, lo primero es detectar de dónde proviene la avería o la fuga. Teniendo clara la ubicación, lo siguiente es acercarte lo antes posible a tu taller de confianza para realizar las inspecciones y/o reparaciones debidas.
¿Cuáles son los causantes?
Los causantes de que el vehículo tenga fuertes olores pueden ser muchos. Por este motivo, a continuación te contamos cuáles son las principales:
1. Filtración en el tanque de gasolina
Cuando un auto huele a combustible, el principal causante es la filtración en el tanque de combustible, el cual puede haber sufrido una rajadura o desgaste.
Para detectar que el olor proviene de ahí, la forma más sencilla es observar la parte baja del auto, o si se encuentran manchas de combustible en la pista cuando el vehículo esté detenido.
2. Fuga en las mangueras del combustible
Cuando una de las mangueras que conectan el tanque de combustible con el motor se encuentra pinchada, deteriorada o, aún peor, rota, el olor provendrá de la zona delantera del vehículo.
En este punto, es importante prestar atención a esta avería, ya que podría ocasionar serios problemas y poner en riesgo tu integridad física.
También te puede interesar: Claxon del auto: úsalo solo en estas ocasiones
3. Problema con la tapa de combustible
Un problema frecuente y sencillo de solucionar es cuando la tapa del tanque de combustible está mal cerrada.
Cuando vamos al grifo, muchas veces cierran la tapa de forma incorrecta, ocasionando que el combustible se filtre y el vehículo huela a gasolina.
Cada cierto tiempo, es importante revisar que la tapa de combustible no se encuentre rota o dañada para evitar las filtraciones.
4. Sello de inyectores gastados
Cuando los sellos de los inyectores se encuentran dañados por el tiempo o kilómetros recorrido, el combustible se filtrará por esta pieza.
Para solucionar el problema, es importante acercarte al taller para que realicen el cambio y evitar que la fuga se siga dando. Para detectar el problema solo debes encender el carro y examinar si el riel de los inyectores se encuentra húmedo.
5. Problemas con canister
Para lograr la reducción de emisiones, el canister cumple la principal función de purgar los excesivos vapores de combustible provenientes del tanque. Si esta pieza falla o se encuentra dañada, el olor a combustible sería notorio.
¿Alguna vez tu vehículo ha olido a combustible? Cuéntanos tu experiencia en la caja de comentarios.
